“Los seguros no prestan más servicio de grúa. Perfecto, no solo tenés que pagar una fortuna al seguro, ahora pagás una fortuna para que te traiga una grúa privada”, es un comentario repetido en redes sociales por clientes de aseguradoras. Recientemente, el Gobierno anunció que obliga a las empresas de seguros de automóviles a excluir los servicios de grúas o remolques y asistencia mecánica en todo el país y les pone un plazo máximo para hacerlo de 90 días. La posibilidad de que las cuotas bajen para los asegurados ante esta modificación dependerá del cálculo de cada aseguradora, pero según explican a Clarín no habría disminuciones relevantes en las pólizas a futuro.
La Resolución 217/2024, publicada el viernes en el Boletín Oficial (BO), busca desregular el sector, “proteger al ciudadano” y aumentar la competencia. La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), a cargo de Guillermo Plate, explicó que ya no tendrán esta cobertura los “desperfectos o problemas mecánicos, de batería, de arranque, eléctricos, pinchaduras, cortaduras y/o reventones de las cámaras o cubiertas o falta de combustible”. Las aseguradoras solo tendrán la obligación de cubrir los costos de grúa y auxilio mecánico en los casos de “accidente, incendio y robo y/o hurto”.
La pregunta que se están haciendo todos los asegurados a raíz de esto es si con la quita de servicios pueden bajar los montos mensuales de las pólizas, que aumentaron por arriba de la inflación que registra el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. Ante la consulta de Clarín, algunas aseguradoras y fuentes del sector expresan que si bien es probable que la tasa se vea afectada por la medida, la reducción sería muy poco relevante dentro del contexto de aumentos constantes y daños que se seguirán cubriendo.
“Nosotros desde el sector asegurador estamos 100% de acuerdo con la resolución. El sector vuelve a dedicarse a lo que se tiene que dedicar, a cubrir los siniestros a los que están expuestos los asegurados: accidentes, robos, incendios, toda la dinámica aseguradora”, introduce Gustavo Trías, director ejecutivo de la Asociación de Compañías de Seguro.
Si el contrato anual del asegurado está vigente, sigue en las mismas condiciones contractuales que tiene ahora hasta que finalice. O sea, no se le va a bajar ni el servicio, ni la cuota.
Los nuevos contratos (o aquellos que empiecen a vencer dentro del plazo de 90 días) se deberán ceñir a una adecuación que se realiza con una modificación en el texto de la póliza de seguro que recibe cada asegurado. La cobertura se reducirá solo a casos vinculados a siniestros, y si se quiere uno que brinde protección ante otro tipo de riesgos habrá que contratarlo por fuera del sector asegurador, en empresas de asistencia vial. “En esos casos, las compañías de seguros tendrán que hacer sus cálculos, saber qué posibilidad tienen de hacer una quita al valor de la cuota. Pero no es nada relevante”, analiza Trías.
Añade que el servicio de grúas produjo por mucho tiempo un problema: “El parque automotor es muy viejo en la Argentina y la asistencia crece cada vez más. Entonces, la actividad aseguradora pasó a atender reclamos de terceros, a defender al asegurado en su juicio, a pagar el daño que cometió, a pagar los robos en tiempo y forma, y también a tener que ver si llega una grúa o no llega una grúa porque se pinchó una rueda. Y nadie está dispuesto a pagar lo que hay que pagar en medio de la crisis económica y la incapacidad de seguir aumentando los costos”.
Al respecto, señala que la baja de monto mensual para futuras pólizas por la quita “parcial” del servicio será casi imperceptible para el usuario, porque el costo del servicio de grúas representa menos de un 5% de la cobertura total.
“Con un 8% mensual de inflación, en un mes se te acabó el descuento. Lo importante son las indemnizaciones monstruosas que se pagan por accidentes de tránsito. Puedo bajar la cobertura porque una parte de los servicios ya no los voy a brindar, pero si sigue aumentando la tasa de robo voy a terminar pagando mucho más, y nada va a tener que ver con que la asistencia ya no está. El 40% de una póliza se compone por impuestos. Los repuestos en la Argentina han tenido una inflación 50% superior a la inflación del IPC. La percepción de lo que vas a recibir es que te aumentó la cuota, pero la cuota sube por un montón de variables”, describe.
Entre algunas de esas variables que enumera, están el aumento de los repuestos, el valor del auto, los valores de reparación de los vehículos, el costo de lesiones de terceros.
Nicolás Saurit Román, consultor de seguros y asistencias y Presidente de la Asociación Argentina de Productores de Seguros —entidad que tiene como finalidad agrupar a los Productores Asesores de Seguros profesionales e independientes— menciona otro componente para entender lo que dice Trías.
“Lo que las aseguradoras manifiestan es que nominalmente no se va a ver un cambio. Esto es porque hay tarifas atrasadas además de la inflación, que hace que se licue un poco el pequeño descuento que habría. Para ejemplificar, si yo digo “no vas a pagar 100, vas a pagar 99”, pero a eso hay que sumarle la inflación y la tarifa retrasada, el mes que viene te va a llegar 110, no llegás a percibir que te descontaron ese servicio”, completa.
“Un beneficio que se volvió un problema”
Una de las aseguradoras consultadas, ATM Seguros, respalda la postura de Trías y sostiene que el servicio de urgencia mecánica y remolque por hechos que no están relacionados con un siniestro cubierto por la póliza “no es un seguro sino un beneficio que se comenzó a brindar hace muchos años y al día de hoy lejos de ser una solución es un problema, porque no es uniforme. Cada compañía ofrece el “beneficio” que entiende que es más conveniente para sus asegurados y esto varía por tipo de seguro y zona geográfica”.
Esta compañía de seguros traza un paralelismo entre los servicios de grúas y los que prestan en medicina prepaga: “Hoy los sistemas, luego de tantos años de inflación y dificultades económicas, están desfinanciados y por eso la percepción de la calidad de servicio es mala; todos los asegurados que lo necesitaron consideraron que tuvieron que esperar más tiempo que el que correspondía para ser auxiliados. Las compañías de seguros terminamos siendo evaluadas por la forma en que prestamos el servicio de grúa en vez de hacerlo por la forma en que pagamos los siniestros”.
También apunta a que no se bajarán los montos de las cuotas de las pólizas y que, en todo caso, habrá que observar cómo evoluciona la oferta de las aseguradoras, con dos posibilidades contempladas.
La primera, que los asegurados contraten con las empresas prestadoras de servicio de urgencias mecánica y remolque el servicio con el alcance que estén dispuestos a pagar. La segunda, que las aseguradoras comercialicen seguros de asistencia, ya no como un beneficio, sino como un seguro con condiciones específicas completas y claras como en los seguros tradicionales.
“Esto es un proceso. Hay una resolución, van a haber diferentes actores, hay que ver cómo se comportan y si hay algún cambio. No lo creo, pero durante este proceso de 90 días puede haber alguna modificación o excepción de este plazo. Es importante destacar que los asesores de seguros estamos cerca del asegurado y tenemos un rol de importancia en la toma de decisiones para informar si esa aseguradora cambió o no y cuáles son los plazos de esos cambios”, concluye Saurit.