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El jefe de sicarios del capo narco Esteban Lindor Alvarado desapareció de la cárcel de Devoto.
Que un preso se escape de la cárcel de Devoto no es fácil… pero tampoco imposible. Ya lo hizo Luis “El Gordo” Valor (jefe de la mítica Superbanda) en septiembre de 1994, descolgándose del muro perimetral. También lo logró el famoso asaltante Daniel “Tractorcito” Cabrera: se fue de la sala de abogados, por la puerta principal en junio de 1998.
Lo que distingue este y otros casos del de Mauricio Jesús “Caníbal” Laferrara (27) –jefe de sicarios del capo narco rosarino Esteban Lindor Alvarado– es que Laferrara directamente desapareció del penal. No estaba en el recuento de presos del viernes a la mañana y aun nadie sabe cómo hizo para escaparse. Es más, aun no hay pistas ciertas de cuándo se fue.
La principal hipótesis apunta a que “Caníbal” logró –con complicidad de agentes penitenciarios– meterse en el carro de basura de su pabellón (el número 11 de la Plata III) y ser cargado en alguno de los camiones que martes y jueves recogen la basura de la Unidad 2 de Devoto, la única cárcel federal que sobrevive en la Ciudad de Buenos Aires.
Lo extraño del caso es que en los registros de video del penal no se ve nada extraño y, en principio, tampoco hay indicios en las primeras cámaras públicas que se revisaron para determinar si se ve a alguien saltando del camión en el tramo Devoto – Ceamse.
Además, según protocolo del Servicio Penitenciario Federal (SPF), antes de ser descartadas, cada bolsa de residuos se pincha con caños, precisamente para que los presos no se escapen con este método.
La fuga de Laferrara –con captura internacional desde el sábado– fue tan limpia que durante 48 horas los penitenciarios sostuvieron que se estaba escondiendo en algún lugar de Devoto. Por eso lo buscaron hasta el último rincón más de 150 agentes. Incluso se difundió el rumor de que había salido en la basura pero muerto tras una pelea y cortado en pedacitos. Nada de eso se comprobó.
La captura la pidió el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario pero la causa por la fuga la lleva la fiscalía penal, contravencional y de faltas N° 25 junto a la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). Ahora se conformó equipo especial conformado por la División Búsqueda de Prófugos de la Policía Federal y de la Policía de Santa Fe para recapturar a “Caníbal”.
Lo único cierto es que a más de tres días de que se notara su ausencia, no hay pistas firmes de lo que pasó. Reina el desconcierto y también la paranoia. El SPF cambió de autoridades hace poco y el hecho de que estallara el escándalo poco antes de las elecciones nacionales despertó, con razón, las suspicacias de más de un funcionario.
Laferrara no es un cualquiera. Ya tiene una condena a perpetua por dos homicidios y otra a 5 años de prisión por tráfico de cocaína para su comercialización porque, al ser detenido, tenía medio kilo de droga encima. En total se lo acusa de 6 asesinatos sicariales.
¿Por qué Devoto?
“Que en fecha 31 de agosto hemos sido notificados del traslado del imputado Mauricio Laferrara a la Unidad Penitenciaria de Marcos Paz. En esa unidad penitenciaria se encuentra alojado el conocido “Guille” Cantero, del cual resulta más que evidente el peligro que significa para la integridad de nuestro defendido”, dice el escrito que el 2 de septiembre en 2021 Enrique Sirio –abogado de “Caníbal” Laferrara– presentó ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de Rosario, donde tramitaba la causa por drogas contra su cliente.
Laferrara había sido detenido en octubre de 2019 pero ante el peligro de fuga de la cárcel de Piñero –donde estaba alojado– las autoridades rosarinas pidieron una plaza en el SPF. Así llegó a Marcos Paz el 20 de agosto de 2021. Pero no estuvo mucho ahí.
Sirio logró que el mismo 2 de septiembre el juez Otmar Paulucci del TOF 2 de Rosario diera vía libre a su pedido de traslado: “hágase saber al Dr. Enrique Sirio que indique los motivos del supuesto peligro que correría su defendido, sin perjuicio de ello, ofíciese al jefe del Servicio Penitenciario Federal a fin que en la medida de sus posibilidades pueda conseguir un cupo para trasladar al interno Mauricio Jesús Ferrara (sic) al Complejo Penitenciario Federal – Devoto”, se lee en la resolución del juez Paulucci.
Así uno de los presos más peligrosos del país terminó esquivando el régimen de “alto perfil” en el que actualmente viven –en Marcos Paz o Ezeiza– unos 20 rosarinos ligados a las diferentes organizaciones criminales.
Incluso en octubre de 2022 Laferrara –vía Sirio– logró que el TOF 2 de Rosario lo dejara en Devoto permanentemente para que siguiera estudiando el secundario (iba en segundo año) y facilitarle el contacto con su familia.
Laferrara, sin dudas, es hombre de Alvarado y fue condenado en el mismo juicio que el capo. Sin embargo, Jorge Laferrara –papá de Mauricio– fue uno de los fundadores de “Los Monos” junto al “Viejo” Cantero en los tiempos en los que la banda comercializaba marihuana desde la ciudad correntina de Itatí. Pero hubo un enfrentamiento, un cambio de bando y “Caníbal” termino siendo el jefe de gatilleros de Alvarado.
En el juicio en su contra, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra exhibieron evidencia que involucró a Laferrara con un triple crimen cometido contra pesados delincuentes vinculados con la familia Cantero, pero también como responsable de atacar a su propio tío por rechazar la venta de una distribuidora, un negocio con el que pretendía quedarse Alvarado.
“Ya tengo las chapas para andar tranquilos así mañana le damos unos cuetazos”, se lo escucha a Laferrara en uno de los audios exhibidos como parte de la prueba en su contra. Del otro lado lado de la linea, ya preso, lo escuchaba su jefe.