El Apache habló, aunque no aceptó preguntas, tras el empate sin goles con Platense.
“Me voy conforme porque creo que hicimos un buen trabajo”, soltó.
El final del ciclo de Carlos Tevez en Independiente no fue con una sonrisa. Como un reflejo de lo que resultó este semestre para el Rojo de Carlitos, el equipo volvió a mostrar un imagen gris y empató sin goles ante Platense en Vicente López en un partido que solamente será recordado justamente por ser el cierre de la era del Apache en el club de Avellaneda. Tal como le había anticipado a la dirigencia el viernes, el entrenador de 40 años dirigió e hizo efectiva su renuncia indeclinable tras 32 presentaciones.
“Para mí es un día triste porque dejó a los muchachos y me duele. Quiero agradecerle a Independiente por haber confiado en mí, a la dirigencia, los jugadores y también a la gente por el respeto y porque todos juntos pudimos salir de una situación complicada. Me voy conforme porque creo que hicimos un buen trabajo. Me sentí muy cómodo en el club”, dijo Tevez en su despedida.
No aceptó preguntas, habló dos minutos y medio y únicamente anunció lo que ya se había oficializado el día anterior en las redes sociales de la institución.
Carlitos no le pudo inyectar una idea de juego a sus dirigidos y en 2024 atravesó más tormentas que días de sol: su pelea con los popes de la AFA por los arbitrajes, la eliminación de la Copa de la Liga de local ante Talleres con ventaja de dos goles y un jugador más, la negativa a ir a la Noche del Rey, una internación por un dolor en el pecho producto del estrés…
La caída en el debut del torneo, los silbidos y los reproches rebasaron su vaso y decidió irse a pesar de haber firmado hasta 2026.
Un partido para el olvido
Fiel a su estilo hasta el último baile vestido de rojo fue Tevez. Porque en su adiós otra vez modificó los nombres de casi medio equipo de un partido a otro. Es cierto, de los cinco cambios que hizo, tres fueron por fuerza mayor por las lesiones de Iván Marcone (fractura de un dedo del pie), Santiago López (pubialgia) y la venta de Ayrton Costa.
Sin embargo, nada cambió. Su Independiente no le regaló una mejora ni en su despedida. Tanto que recién faltando dos minutos para que terminara el primer tiempo pudo llegar al arco de Platense, que con poco manejó la pelota. Un remate de Lucas González que sacó Juan Pablo Cozzani al córner y un anticipo de Ignacio Maestro Puch (Pellegrino le cometió penal, pero ni desde el VAR se percataron) que encontró el arquero fue la pobre producción de la visita en una etapa inicial que invitaba a la siesta.
El conjunto de la dupla Orsi-Gómez tuvo el dominio aunque no lo supo proyectar en ocasiones de gol. Mateo Pellegrino contó con la más clara: un remate cruzado de zurda que se fue cerca del palo izquierdo de Rodrigo Rey. Atacó por los costados Platense con Facundo Russo y Lucas Ocampo, pero no fue del todo profundo y no le sacó jugo a la pasividad de Independiente. Por eso se quedó en cero a pesar de jugar mayormente en campo rival.
Por eso y también porque cuando al fin se las rebuscó para pisar el área, ya casi en el tramo final del encuentro, Rey se lució con una magnífica doble tapada que Juan Fedorco completó rechazando en la línea. Primero fue ante un cabezazo de Ronaldo Martínez y después con un tiro de Gabriel Hachen.
Independiente no aceleró nunca. Ni siquiera con los ingresos de los jóvenes Santi López y Javier Ruiz. Tampoco pudo sumar peso ofensivo con la entrada de Gabriel Avalos. Desde la postura, en un duelo emparejado para abajo, el que siempre demostró intenciones de buscar el triunfo fue el anfitrión.
No le alcanzó con las buenas intenciones al Calamar. Mucho menos al Rojo, que a partir de hoy ya no será más de Tevez.