Un jurado lo declaró culpable por haber comprado un arma de fuego en momentos en que consumía drogas y haberlo ocultado a las autoridades federales.
Esta es la primera vez en la historia del país que un hijo del presidente en funciones va a juicio y es condenado.
Una nueva condena judicial vuelve a conmover la campaña presidencial de los Estados Unidos. Un jurado de 12 estadounidenses del estado de Delaware declaró este martes culpable a Hunter Biden, uno de los hijos del presidente Joe Biden, de 3 cargos penales por haber comprado un arma de fuego en momentos en que consumía drogas y haber mentido a las autoridades federales al ocultar su adicción.
Esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos que un hijo del presidente en funciones va a juicio y es condenado. Sucede apenas días después de otra sentencia histórica, la condena al ex presidente y candidato republicano Donald Trump por haber ocultado el pago que hizo a una actriz porno para que no cuente que habían tenido relaciones y evitar así que su campaña presidencial de 2016 se complicara.
El juicio contra Hunter Biden, de 54 años, duró dos semanas y fue por momentos muy incómodo para la familia presidencial: hubo testimonios de ex parejas, mensajes de textos personales y fotos del hijo del jefe de la Casa Blanca rodeado de drogas o parcialmente desnudo. Todo para argumentar que Hunter violó la ley en 2018, cuando compró un revolver Colt.
Al ser declarado culpable de los tres cargos, Hunter Biden podría enfrentar hasta 25 años de prisión, aunque es probable que reciba mucho menos que el máximo porque es la primera vez que comete un delito penal. No se ha establecido aún la fecha en la que el juez revele la condena, pero por los tiempos habituales podría suceder antes de las elecciones de noviembre.
“Nadie está por encima de la ley”, dijo el fiscal Leo Wise a los jurados en sus argumentos de cierre el lunes, mientras la primera dama Jill Biden, los hermanos del presidente James y Valerie y otros familiares observaban desde la primera fila del tribunal en Wilmington, Delaware.
Hunter Biden es uno de los hijos que el presidente tuvo con su primera esposa Neilia, que murió en 1972 en un accidente de automóvil en el que también viajaba el pequeño Hunter, su hermano mayor Beau y su hermanita menor Naomi, de 1 año, que también falleció. Años después Biden, que entonces era senador, se casó con Jill y tuvieron otra hija, Ashley. Beau, que era militar, falleció de cáncer de cerebro en 2015.
Poco después de conocerse el fallo, el presidente Biden emitió un comunicado: “Soy presidente, pero también papá. Jill y yo amamos a nuestro hijo y estamos muy orgullosos del hombre que es hoy. Muchas familias que han tenido seres queridos luchando contra la adicción comprenden el sentimiento de orgullo al ver a alguien a quien amas salir del otro lado y ser tan fuerte y resiliente en la recuperación”, dijo.
Y aclaró que no indultará a su hijo. “Aceptaré el resultado de este caso y continuaré respetando el proceso judicial mientras Hunter considera una apelación”.
Cuáles son los cargos contra Hunter Biden
Hunter fue acusado de comprar y poseer ilegalmente un arma mientras abusaba o era adicto a las drogas, una violación de la ley federal. Se declaró inocente de los tres cargos, aunque siempre ha reconocido su lucha contra la adicción al alcohol y al crack.
Los dos primeros cargos están vinculados a la compra de armas en sí. Cuando una persona compra un arma, debe completar un formulario con la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos y afirmar que está legalmente autorizada a comprar el arma. Hunter Biden ha sido acusado de mentir en esos formularios.
Estas preguntas incluyen: ¿Ha sido condenado por un delito grave? ¿Es un fugitivo? ¿Está usted en el país ilegalmente? Y, lo que es más importante para este caso, ¿es usted un “usuario ilegal o adicto” a las drogas ilegales? Hunter Biden supuestamente marcó la opción que decía “No”.
El tercer cargo se relaciona con la posesión del arma. También va en contra de la ley federal poseer un arma si está consumiendo drogas. Hunter Biden tuvo el arma durante 11 días en octubre de 2018, antes de que su novia la tirara a un contenedor de basura porque estaba preocupada por su salud mental, según la acusación y los textos hechos públicos en documentos judiciales recientes.
Durante los alegatos finales, varios miembros de la familia Biden negaron con la cabeza en señal de desaprobación cuando el fiscal describió los “cuatro años de adicción activa” de Hunter Biden.
Durante el juicio desfilaron con duros testimonios ex parejas del hijo del presidente: su ex esposa Kathleen Buhle, su ex novia Zoe Kestan y Hallie Biden, que había sido esposa de su fallecido hermano Beau Biden y que luego tuvo una relación con Hunter, precisamente durante el período en que compró el arma.
Ella precisamente testificó que Hunter estaba usando drogas en octubre de 2018 y que había descubierto el arma en la camioneta. También declaró la hija de Hunter, Naomi. Por consejo de sus abogados, él no se subió a estrado.
Abbe Lowell, el abogado de Biden, respondió con un alegato final de 90 minutos en el que atacó la credibilidad de los principales testigos del gobierno, acusó a los fiscales de vender “sospechas” y “conjeturas” y sugirió que el juicio tenía menos que ver con la justicia que con castigar a un hombre arrepentido y sobrio por el delito de adicción a las drogas.
Hunter siempre le ha traído dolores de cabeza a Biden. Sus adicciones a las drogas son conocidas, pero también ha estado en la mira por su trabajo como lobbysta y consultor de empresas y los republicanos lo acusan de aprovecharse del poder de su padre para hacer negocios.
La semana pasada un periodista le preguntó al presidente si indultaría a su hijo en caso de que fuera condenado (al ser un delito federal tiene potestad para hacerlo) y Biden respondió que no respetaría el veredicto y no lo indultaría. Luego de la condena, el presidente ratificó en un comunicado que no le otorgaría un beneficio. Pero los republicanos afirman que el presidente efectivamente piensa en indultarlo.