Tuvo el apoyo de una amplia mayoría tras un acuerdo entre el oficialismo, Pro, la Coalición Cívica y la UCR; sólo un diputado kirchnerista votó a favor; se utilizará en las elecciones legislativas de 2025
La Cámara de Diputados sancionó hoy un cambio revolucionario en el sistema electoral: la implementación de la boleta única papel (BUP) para elegir cargos nacionales -es decir, presidente, vice y legisladores del Congreso- a partir de las próximas elecciones. Se aprobó por 143 votos afirmativos, 87 rechazos y cinco abstenciones. Fue acompañado por el oficialismo, la UCR, Pro, la Coalición Cívica (CC), el bloque Innovación Federal, los tucumanos de Independencia y un kirchnerista.
Mientras que casi todo Unión por la Patria (UP) rechazó el proyecto, el jujeño Guillermo Snopek, de ese mismo espacio, apoyó la reforma. “Estoy convencido que es un instrumento para acercar a los jóvenes y para que miren al votar”, confió a LA NACION sobre su definición. Los cinco representantes de la Izquierda, en tanto, se abstuvieron.
El punto principal de esta reforma es la eliminación de la actual papeleta partidaria –que distribuye y cuida cada espacio político– para adoptar una única boleta que aglutine toda la oferta electoral nacional. Esta modificación termina con la práctica de robar u ocultar boletas en el cuarto oscuro. También, con el negocio de los “sellos de goma”, partidos sin representación real que en cada elección presentan múltiples candidatos para acceder a los fondos que el Estado distribuye para imprimir las boletas.
Con una boleta única que engloba a todos los candidatos, se garantiza la presencia de la totalidad de la oferta electoral el día de los comicios en cada centro de votación. En el diseño elegido, basado en el modelo que actualmente utiliza la provincia de Mendoza, los partidos figurarán en las columnas (verticales) y los cargos en las filas (horizontales) para facilitar la visualización del elector. No incluirá el casillero de “lista completa” para que el votante pueda seleccionar todas las categorías de un mismo color político. La ausencia de esta opción anulará casi por completo el “efecto arrastre” de las estructuras partidarias.
Esta modificación del sistema tiene un gran simbolismo para la Casa Rosada. No solo ataca las prácticas clientelares y el negocio de la impresión de boletas, sino que también garantiza el derecho de elegir y ser elegido sin la necesidad de una estructura robusta de fiscales, algo que en la última elección le costó a los libertarios un pacto con el sindicalista Luis Barrionuevo en las PASO y con Pro en el balotaje.
El debate por BUP
El diputado santafesino de La Libertad Avanza (LLA), Nicolás Mayoraz, dio inicio a la discusión. “Hoy es un gran día para la democracia”, consideró el miembro informante del plenario de comisiones que ayer por la noche logró un dictamen de mayoría de la iniciativa en consonancia con los bloques Pro, parte de la UCR, la Coalición Cívica (CC) y Encuentro Federal, quienes priorizaron el objetivo de que el año próximo se erradique la tradicional papeleta partidaria.
Para lograrlo, aceptaron la modificación introducida por el Senado, que eliminó en el diseño de la boleta única el casillero de la “lista completa”, que permite, al marcarlo, elegir a todos los candidatos, y en todas las categorías, de un mismo partido. Ese casillero es resistido por los gobernadores con partidos provinciales que no suelen competir por la presidencia y no quieren verse perjudicados por el arrastre que generan los frentes nacionales.
“Creo que hoy vamos a coronar un trabajo muy importante que vienen haciendo desde hace muchos años otras fuerzas políticas como Pro y la UCR”, señaló Mayoraz, quien agradeció, también, la labor de los senadores de LLA y de Javier Milei, sin nombrar a la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel. En su intervención, el diputado santafesino cuestionó los argumentos de rechazo del kirchnerismo y chicaneó: “Me sorprendió la falta de fundamentos y me conmovió que les preocupara el presupuesto. De a poco la ven”.
A su turno, Carlos Castagneto, de Unión por la Patria (UP), le exigió al Presidente que, de convertirse en ley, vete la boleta única. “No es momento para cambiar la boleta, hay cosas más importantes en este país antes que cambiar la forma de votación. La democracia de la Argentina se ha fortalecido con el sistema de votación actual”,concluyó. Este argumento fue apoyado por la diputada de su mismo espacio Sabrina Selva, quien responde al excandidato presidencial Sergio Massa.
El jefe de bloque de la CC en Diputados, Juan Manuel López, cruzó en duros términos tanto a Cristina Kirchner como a Massa. Aseguró que a ninguno de estos dos dirigentes les conviene la reforma “porque sé que estuvieron operando y deben estar operando a este momento para que esto no suceda”. Y explicó: “No le conviene porque han tenido de rehén al peronismo de la provincia de Buenos Aires y a las personas más vulnerables de la provincia de Buenos Aires”.
Ante los sonidos de disconformidad que sus palabras ocasionaron en el bloque de UP, replicó: “No es ser gorila contar que hay prebendas y que se reparte la boleta como instrumento de campaña electoral al lado de un bolsón de comida, o al lado de una garrafa o con una chapa o con una zapatilla. Eso sucede en la Argentina, señalarlo no es de antiperonista. Queremos que deje de suceder porque nos da vergüenza, porque vulnera la dignidad de las personas”.
Una de las principales defensoras de la BUP, fuera y dentro del recinto, fue Silvia Lospennato, de Pro. En su discurso, hizo un recorrido histórico por los diferentes intentos del macrismo para reformar el sistema de votación. “Hace 17 años que esperamos este día”, resumió. En varios pasajes de su intervención, comparó a Pro con LLA. “Nos consideraban un fenómeno barrial –algo a lo que constantemente hace referencia el Presidente– y la Presidenta [Cristina Kirchner] nos decía que armáramos un partido y ganáramos las elecciones. En 2009, cuando ganó [Francisco] De Narváez, muchos creímos que el ciclo político cambiaba y dos años después el kirchnerismo ganó por el 54% de votos. En 2015 también creímos que cambiaba el ciclo, pero en 2019 volvimos al pasado. Ojala no tropecemos tres veces con la misma piedra”, señaló Lospennato, en un guiño hacia los libertarios.
La diputada macrista marcó, además, que “el kirchnerismo obstruyó cada intento de impulsar este proyecto”. Tras admitir que esta reforma “no favorece a los oficialismos”, que tienen el poder y la estructura del Estado detrás para afrontar, ponderó la actitud del expresidente Mauricio Macri, que amparó esta reforma y la comparó con el actual apoyo de Milei. “Hay que reconocerles a ambos que entre lo conveniente y lo correcto, eligieron lo correcto”, consideró. Por último, listó los “tres grandes beneficios” de la BUP: “Asegura la libertad de los electores, asegura la igualdad de los partidos políticos de estar en el cuarto oscuro y mejora la integridad del sistema político, que es más transparente porque disminuye el peso del dinero en la contienda electoral”.
La referente del socialismo santafesino, Mónica Fein, explicó que la implementación de la boleta única “es un primer paso” pero que “es necesario que avancemos hacia una reforma integral del proceso electoral encarando el núcleo duro de una discusión postergada en Argentina, que es el financiamiento de la política y de los partidos políticos”.
En el mismo punto hizo foco el legislador de la Izquierda Nicolás del Caño, al señalar que esta reforma no modifica el origen de los fondos para las campañas. Según señaló el legislador, los políticos “están cada vez están más condicionados por los Elon Musk, por los grandes grupos del capitalismo financiero”. Y se preguntó “¿Qué va a pasar con el financiamiento narco?”. Propuso que el financiamiento sea 100% estatal.
Cómo se logró el consenso
La conquista de un acuerdo entre diferentes espacios políticos fue fundamental para sancionar una reforma electoral de esta magnitud: la Constitución Nacional exige que una mayoría absoluta del total de cada una de las Cámaras. En diputados, requiere de 129 voluntades, sin excepción.
Si bien en la Cámara baja existe una amplia mayoría –constituida principalmente por los diputados no kirchneristas que representan a la provincia de Buenos Aires– que está de acuerdo con incluir la posibilidad de tildar un casillero para elegir todas las categorías de un mismo partido, cedieron ante la advertencia del bloque Innovación Federal –que responde a los oficialismos de Misiones, Río Negro y Salta–, que anticiparon que si se modificaba el texto del Senado no darían quorum, en consonancia con el kirchnerismo, que rechazó de plano el proyecto.
A pesar de la fumata blanca entre el oficialismo y parte de los dialoguistas, había legisladores que no se daban por vencidos. “Vamos a insistir con el botón de lista completa”, adelantó la diputada radical Carla Carrizo (CABA). Como ella, otros referentes del compendio mayoritario apostaban a volver a la carga con la posibilidad de incluir esta opción con la presentación de un nuevo proyecto.
Así lo ratificó su colega de bancada, Karina Banfi, quien a pesar de ponderar la modificación consensuada, subrayó “la desazón” de no haber logrado incluir el casillero de lista completa. Se lo debemos a los electores. Tenemos que incorporar una herramienta que necesita y demanda la sociedad. Hoy, con este sistema anacrónico, el elector tiene la posibilidad de elegir en relación a sus afinidades políticas y es por eso que tenemos que hacer mejor política y no especular”, dictaminó.
Quienes defienden su incorporación señalan que, de no existir, el voto en blanco para las categorías inferiores será muy elevado. Temen que el votante considere que la selección de la opción nacional sea suficiente y no tilde el resto de las cajas. Argumentan que en Mendoza, una de las provincias que se implementó este sistema, el 85% optó por la opción de lista completa en la última elección.
En el Senado, el oficialismo accedió a quitar esta opción a instancias de los alfiles legislativos de los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones), quienes especulaban con que el “efecto arrastre” los perjudique. En Diputados, estos dos mandatarios provinciales están representados por el bloque Innovación, presidido por la salteña, Pamela Calletti, aliada del gobernador Gustavo Sáenz (Salta).
El kirchnerismo rechaza de plano la BUP, pero esperaba plegarse a un proyecto del radicalismo que busque incorporar el casillero de “lista completa” para que el elector pueda seleccionar todos los cargos de una lista partidaria. Iba a ser un “premio consuelo” ante la imposibilidad de frenar la reforma.
“Llegado el caso vamos a votar la opción de boleta completa”, anticipó una referente del kirchnerismo. En la misma línea, Germán Martínez, líder de UP en Diputados, dictaminó ayer durante el debate en comisiones: “Aunque quedemos solos en este plenario y en el recinto, a los partidos políticos en la Argentina nosotros los vamos a defender igual. No es casual que cuando hay proyectos que tienden a la disolución nacional en la Argentina, planteen una reforma que apunta a la fragmentación del sistema de partidos”.
El kirchnerismo mira la provincia de Buenos Aires, su principal bastión electoral, donde es fundamental el “efecto arrastre” que ejerce el primer candidato de la lista. En las elecciones de medio término, es quien encabeza la lista de diputados y/o senadores; y en las presidenciales, es la persona que dispute la presidencia. La eliminación del casillero de lista completa erradicaría casi por completo este efecto de la papeleta partidaria.
“La coexistencia de diferentes métodos de votación (boleta única y tradicional) puede complicar el proceso electoral y complicarle la vida a los votantes”, afirmó por su parte la diputada Victoria Tolosa Paz, en alusión a las provincias que conservan el sistema de boleta partidaria, como Buenos Aires, y suelen elegir a sus representantes el mismo día que la elección nacional. Por esta convivencia de sistemas electorales, el peso de los intendentes y gobernadores será mayor, y no estará licuado bajo la figura de los cargos nacionales.
Otros proyectos
La sesión inició con la rápida aprobación de tratados y acuerdos internacionales, así como una serie de autorizaciones de cargos de cónsules y vicecónsules honorarios de ciudadanos argentinos propuestos por gobiernos extranjeros. Tras ello, se discutió la creación del Registro Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial, al que se le dio luz verde por un amplio margen, con 219 votos afirmativos, ningún rechazo y cinco abstenciones.
Tras la discusión de la BUP, habrá dos proyectos de interés para la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Por un lado, la modificación de la ley 26.216, para implementar un plan de regularización de armas de fuego y aplicar una prórroga del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Por el otro, una iniciativa que apunta a un “abordaje integral del crimen organizado” por el que se busca subir las penas para todos los delitos cometidos por “bandas” de más de tres personas.
Por último, los legisladores cordobeses de diferentes espacios políticos ya anticiparon que buscarán declarar la “emergencia ambiental, habitacional y económica” por 180 días en aquellas zonas afectadas por los incendios. Es una iniciativa que ya cuenta con media sanción del Senado. En la Cámara alta, los libertarios se negaron a acompañar la propuesta de la cordobesa, Alejandra Vigo. Es que en el texto se define que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, destinará una partida extraordinaria para intervenir y asistir inmediatamente a los ciudadanos de la provincia mediterránea.
Esta vez, el jefe de bloque de LLA, Gabriel Bornoroni, de Córdoba, anticipó que su tropa acompañará el proyecto.