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sábado, octubre 5, 2024

Feroz pelea por la “inversión más grande de la historia”: quiénes se la disputan, el factor político y la cláusula anti-Kicillof

La instalación de una planta de GNL de YPF y Petronas, que proyecta inversiones por hasta 50.000 millones de dólares, desató una dura pulseada entre el gobernador bonaerense y su par de Rio Negro, Alberto Weretilneck.

El impacto del RIGI, las claves del proyecto y las ventajas y complicaciones que ofrecen los puertos de Bahía Blanca y Punta Colorada.

El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es, ante todo, una exageración, una sobreactuación. La norma incluida en la Ley Bases fue la manera que encontró el gobierno de Javier Milei de garantizar que no habrá expropiaciones a las multinacionales que vengan a la Argentina a explotar la energía y la minería.

El RIGI es, también, la llave que abrió una de las puertas -no la única ni lo “suficiente”- hacia “la inversión más grande de la historia“: unos 30.000 a 50.000 millones de dólares que pondrían YPFPetronas y otros socios para desarrollar en el país el Gas Natural Licuado (GNL) a partir del combustible de Vaca Muerta, la segunda reserva de shale gas más grande del mundo.

Para el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, que fue el primer mandatario provincial en adherir al RIGI, la normativa es la “respuesta única que puede dar el Estado por sus antecedentes” para atraer inversiones.

Incluso la historia engloba una contradicción del “topo que vino a destruir al Estado desde adentro”, como le gusta definirse al jefe de Estado libertario.

Cartas a los gobernadores

El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, fue siempre claro. “Sin RIGI, no hay GNL“, declaraba cuando se discutía ese proyecto en el Congreso, que tuvo un gran rechazo del kirchnerismo por entender que es “ruinoso” y que no va a dejar nada en el país, ya que no se van a liquidar los dólares en el Banco Central (BCRA) tras extraer los recursos.

En contra de ese argumento, quienes conocen el proyecto suelen decir: “El 35% de 0 es 0. Conviene tener la inversión, aunque se cobren pocos impuestos y se retengan pocas divisas”.

Sin embargo, con el RIGI aprobado, no es suficiente. El mes pasado, Marín les envió una carta a Weretilneck y Kicillof, que disputan la inversión para que se desarrolle en sus provincias -Punta Colorada y Bahía Blanca, respectivamente-, pidiendo una serie de garantías.

Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, detrás del proyecto de GNL con Petronas.
Foto: Martín Bonetto (Archivo Clarín).Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, detrás del proyecto de GNL con Petronas. Foto: Martín Bonetto (Archivo Clarín).

Ambos gobernadores contestaron la carta hace unos 10 días, pero Weretilneck, de Río Negro, cumplió con el requisito fundamental: ya promulgó la adhesión al RIGI.

Kicillof, en cambio, mandará en los próximos días a la Legislatura de Buenos Aires un proyecto de “RIGI provincial” con menos beneficios y más parecido a la Ley de GNL que tuvo media sanción de Diputados en 2023.

Inversiones, plazos y términos económicos del GNL

Estas son las claves y términos económicos del proyecto Argentina LNG, que está pensado para asociar a YPF y Petronas con toda la industria energética:

  • Las inversiones irían de unos 30.000 a 50.000 millones de dólares en los próximos 7 años, hasta 2031.
  • Las cuentas deben cerrar para que las exportaciones de gas licuado salgan del puerto en la Argentina a un precio de US$ 8 por millón de BTU o menor. El costo del transporte ronda los US$ 2.
  • El GNL en el mundo se vende a entre US$ 10 y US$ 12 en este momento, y se espera que su precio se estabilice en ese valor durante los próximos años.
  • Argentina tendría exportaciones por más de 400 barcos por año, con un valor cercano a los US$ 15.000 millones.
  • Hoy, el país tiene importaciones por casi 30 barcos anuales y unos US$ 600 millones, que no se detendrán ni siquiera cuando estén en marcha las exportaciones al mismo tiempo, ya que las compras van a realizarse en el invierno durante los picos de demanda.
  • El gas de Vaca Muerta debe ser competitivo con el de Estados Unidos para satisfacer la demanda de Europa y Asia.
Para el GNL se tendrán que construir tres gasoductos similares al GPNK.
Foto: Cecilia Profetico (Archivo Clarín).Para el GNL se tendrán que construir tres gasoductos similares al GPNK. Foto: Cecilia Profetico (Archivo Clarín).
  • Haciendo las cuentas hacia atrás (netback), el gas de Vaca Muerta debe ser rentable a menos de US$ 3.
  • En medio de esa cadena está la construcción de dos barcazas que operarán como plantas flotantes de licuefacción de gas (FLNG, por sus siglas en inglés), que enfriarán el combustible a 161 grados bajo cero para comprimir su volumen y facilitar su transporte al mundo.
  • También se deberá desarrollar una planta en tierra (onshore).
  • Se tendrán que construir tres gasoductos de unos 600 kilómetros “dedicados” exclusivamente a ese proyecto, que saldrán desde Neuquén; y otros servicios asociados.

El “Argentina LNG” está estructurado como un “project finance“: requiere de un gran financiamiento internacional. Los bancos o fondos de inversión pedirán para eso las garantías económicas y que haya un comprador (off-taker) o múltiples con contratos de largo plazo.

La decisión final para la inversión, una vez asegurada la demanda y el financiamiento, sería en 2025 para las barcazas y en 2026 para la planta onshore.

Transición energética

La necesidad de valorizar el gas de Vaca Muerta está guiada por la ventana de oportunidad que tiene la Argentina en el proceso de transición energética hacia fuentes de energía limpias, sostenibles, menos contaminantes y baratas para reducir la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero y contribuir a mitigar el cambio climático.

Europa, que está varios escalones arriba en ese proceso, tiene una demanda incluso de sus sociedades y los consumidores de bienes y servicios de transicionar hacia las energías renovables.

Tras la invasión de Rusia a Ucrania y el inicio de la guerra, Occidente bloqueó a Vladimir Putin y obligó a su ecosistema a dejar de comprar gas natural a Rusia, aunque fuera la alternativa más económica de abastecimiento.

En ese sentido, la Unión Europea soportó un menor crecimiento económico en 2022 y empezó a planificar su seguridad energética, que depende de múltiples variables:

  • Las energías renovables eólica y solar son muy competitivas, pero intermitentes (dependen de la disponibilidad de viento y sol).
  • El desarrollo del almacenamiento con baterías (de litio, por ejemplo) todavía es incipiente y caro.
  • La biomasa y el biogás siguen siendo tecnologías caras.
  • La energía hidroeléctrica también depende de la disponibilidad de agua.
  • La gran alternativa, que es la energía nuclear, fue despreciada tras el accidente de Fukushima, en Japón, durante el tsunami de marzo 2011.

Con todo, la fuente de energía que cumple con las condiciones de no ser intermitente, ser barata, y menos contaminante que el resto es el gas natural. Ahí aparece la oportunidad de la Argentina.

Los principales exportadores de gas licuado en el mundo son Estados Unidos, Qatar, Australia, Malasia y Rusia, y la Argentina buscará un lugar en ese club. La demanda estará en Europa y China, principalmente, que debe reemplazar su consumo de carbón -el combustible más contaminante-.

Las claves del RIGI y la “cláusula anti Kicillof”

El RIGI ofrece a las empresas una serie de garantías que harán competitivas las inversiones en Argentina, sobre todo en energía y minería, que son muy intensivas en capital. A saber:

  • Baja del 35% al 25% del Impuesto a las Ganancias.
  • Estabilidad impositiva, regulatoria y cambiaria por 30 años.
  • Exención de impuestos a las importaciones y exportaciones (retenciones).
  • Amortización acelerada.

Sin embargo, hay dos claves centrales:

  • Obligaciones decrecientes de liquidación de dólares en el país, hasta llegar al 100% de libre disponibilidad de divisas al cuarto año. Una salida del cepo a medida, a tono con lo que piden multinacionales que tienen que repatriar dividendos.
  • Prórroga de jurisdicción ante diferendos legales: que no se definan en Argentina los juicios.

Esa última es la “cláusula anti Kicillof“: delegar en una justicia extranjera la resolución de casos, posiblemente en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial.

El gobernador de Buenos Aires, que aspira a ser candidato a presidente por el peronismo en 2027, entraría en abierta contradicción con Cristina y Máximo Kirchner y su militancia si delegara esa facultad de la Justicia argentina. Una pérdida de soberanía.

Pero, precisamente, si Kicillof mantuviera su negativa, podría perder la inversión del GNL y ver cómo le pasa frente a sus narices para irse a Río Negro.

Si mi proyecto tiene que ir a la Justicia y me dicen que el lugar donde se resuelve es en Formosa, yo sé que pierdo 14 a 0, entonces no hago la inversión“, ejemplificó y exageró un encumbrado ejecutivo del sector petrolero.

Por otro lado, Marín también pidió para YPF y Petronas exenciones en los impuestos de Sellos, Ingresos Brutos y tasas municipales, así como establecer mecanismos ágiles para otorgar permisos y habilitaciones ambientales, hídricos (uso del agua) y territoriales con licencia social amplia.

Otro tema fundamental es que los buques metaneros tengan prioridad en el tráfico marítimoSi se atrasa la salida de un barco, las pérdidas serían millonarias y el incumplimiento de un contrato puede dañar seriamente la credibilidad de la Argentina como oferente mundial de gas.

La contradicción de Milei, el “topo” pro Estado

Aunque el presidente de la Nación tilda a Kicillof de “expropiador serial” y “comunista“, e incluso dejó entrever que Río Negro se podría quedar con el GNL, el ejercicio del poder lo convirtió de “el topo que busca destruir al Estado desde adentro” a defender una posición estratégica del Estado.

El Estado afronta una sentencia en contra por US$ 16.000 millones en el juicio por la estatización de acciones de YPF que decidió la ex presidenta Cristina Kirchner en 2012 e instrumentó Kicillof.

Para evitar embargos a sus activos o las reservas del Banco Central (BCRA), la Procuración del Tesoro, a cargo de Rodolfo Barra y Andrés de la Cruz, sigue defendiendo, incluso ya durante la presidencia de Milei, que la expropiación fue una decisión “soberana” del Estado nacional de la Argentina sobre una empresa que opera en la Argentina y que, por lo tanto, se debe juzgar en la Argentina. Todo lo contrario que “destruir” al Estado.

El demandante, Burford, insiste ante la jueza Loretta Preska que YPF es el reflejo del Estado y quiere tomar el control de la petrolera. Mientras que el management de YPF sostiene que la empresa es una Sociedad Anónima (SA) privada que opera como tal y cotiza en Nueva York bajo estándares profesionales.

¿GNL en Río Negro o Buenos Aires?

Con todo, el ex subsecretario de Hidrocarburos y actual titular de la consultora Paspartú, Juan José Carbajales, hizo una serie de comparaciones sobre las ventajas y contras de cada una de las provincias para quedarse con el GNL.

Las ventajas de Bahía Blanca, en Buenos Aires, según el especialista:

1. “La infraestructura disponible: principalmente, su puerto multipropósito, que incluye relevantes actividades hidrocarburíferas para el mercado interno y de exportación, operativo desde décadas, con conexión a oleoductos y gasoductos que vienen del Sur y de Neuquén y parten para Buenos Aires y el Norte”.

2. “Un polo petroquímico robusto”.

3. “Acceso a redes eléctricas, rutas y otras facilidades de superficie”.

4. “La experiencia industrial: allí se realizó la operatoria de regasificación de GNL entre 2008 y 2022″.

5. “La capacidad de articulación público-privada, con el consorcio de gestión del puerto como líder”.

6. “Un entramado productivo-tecnológico consolidado, con red de proveedores locales, con empresas de servicio dedicadas y capital humano especializado”.

Las contras de Bahía Blanca:

1. “El alto flujo de buques de crudo y/o de granos que podrían complejizar la evacuación del gas”.

2. “La existencia de un polo gas-intensivo que podría presionar a la toma del gas “dedicado” que viene de Vaca Muerta y su uso en el mercado interno”.

3. “La necesidad de adecuar el muelle”.

4. “La presencia de sindicatos consolidados (puede ser un pro también)”.

En tanto, las ventajas del Golfo San Matías, en Río Negro, son:

1. “La sinergia con la construcción del oleoducto Vaca Muerta Sur por parte de YPF”.

2. “Que Punta Colorada se transforme en un hub exclusivo de exportación de petróleo y gas licuado”.

3. “Como puerto de aguas profundas contaría con posibilidad del comercialización a través de buques ‘superpetroleros'”.

4. “Ciertas condiciones climáticas que permiten un altísimo nivel de operatividad del puerto“.

5. “Conexión al gasoducto troncal San Martín y a una línea de extra alta tensión (500 kV), cuya traza es paralela al puerto”.

6. “Disponibilidad de miles de decenas de hectáreas para emplazar la planta de LNG”.

Y las contras de Río Negro:

1. “La falta de experiencia en la materia”.

2. “El nulo desarrollo del entramado de proveedores, Pymes y servicios asociados”.

3. “La necesidad de construir el abrigo y la escollera en el flamante puerto”.

4. “Los obstáculos ambientales que podrían resurgir (hubo que derogar una ley para permitir la llegada del crudo de YPF)”.

Asimismo, Alberto Cisneros Lavaller, presidente y CEO de Global Business Consultants (GBC), aportó: “Bahía Blanca tiene mano de obra calificada, disponibilidad de viviendas para el alojamiento, áreas industriales compatibles con la actividad portuaria, áreas ambientales protegidas y mayor operatividad ante factores climáticos”.

En cambio, el consultor señaló en un cuadro comparativo que compartió con Clarín que Río Negro “no cuenta con trabajadores especializados, ni opciones de alojamiento, tiene un mayor impacto ambiental y un 40% de inoperatividad ante factores climáticos adversos“, aunque tiene a favor su adhesión al RIGI.

El factor político

En términos políticos, Weretilneck tiene una alianza robusta con el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, y consiguió el respaldo del secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Marcelo Rucci, un actor gremial clave que se anotó una victoria al exceptuar a los petroleros de pozo de pagar el impuesto a las Ganancias.

Río Negro se dispone a construir en Punta Colorada un “hub” de energía, que empezará por lo menos con la terminal del segundo tramo del Oleoducto Vaca Muerta Sur, una obra con la que a mediados de 2026 se terminarán con los cuellos de botella para el transporte de petróleo crudo no convencional –shale oil-.

Hasta el momento, el puerto de aguas profundas en Río Negro no existe, y eso significa un costo extra, una condición que en Buenos Aires remarcan como esencial y ven como anti-económico realizarlo.

Por eso creen que Bahía Blanca es el lugar “natural” de la inversión, que desde hace años tienen YPF y Petronas entre ceja y ceja, incluso cuando en 2022 firmaron un pre-acuerdo. El gobierno de Alberto Fernández le dio media sanción en Diputados a la Ley de GNL, un régimen a medida del proyecto, pero el RIGI es mucho más generoso.

La Argentina podrá sumar exportaciones por otros US$ 15.000 millones anuales solo por el crudo, entre los barcos que van desde Chubut -petróleo pesado, que sirve para gasoil-, Bahía Blanca y Chubut. A eso se le agregará el gas licuado, por el mismo monto, hacia 2031, con ventas por 120 millones de m3 diarios (MMm3/d).

Mientras tanto se define esta situación, otra empresa que opera en Argentina como Pan American Energy (PAE) se adelantó y anunció a principios de julio que firmó un acuerdo con la noruega Golar LNG para traer una barcaza de licuefacción flotante (FLNG), que procesará a partir de 2027 unos 11 MMm3/d de gas natural en distintas etapas del año -por el momento no serían los 365 días- para salir al mundo. A ese proyecto se podrán sumar YPF y otras productoras locales.

Weretilneck, rápido de reflejos, también informó que está en tratativas con el consorcio –Southern Energy– para llevarse el proyecto a Río Negro.

Entre 2019 y 2020, como prueba, YPF había contratado a la belga Exmar para el mismo propósito: exportaciones de GNL pero a baja escala. Llegó a tener 6 ventas al exterior, pero canceló el negocio porque en ese momento los precios internacionales del gas estaban por el piso, debido a la pandemia.

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