Una consultora midió un salto de 2% solo en la primera semana del mes. Otras observaron variaciones más leves o estabilidad en alimentos y bebidas. El Gobierno insiste en que no hay “convalidación monetaria” para que haya aumentos
La suba de casi 15% del tipo de cambio a lo largo de julio tuvo traslado a precios parcial en la primera semana de agosto, y si bien entre las consultoras aún consideran temprano para estimar un número concreto para el índice de inflación, el piso para el IPC quedará por encima del 2 por ciento.
Mientras, en el Gobierno aseguran que no hay razones monetarias para que ese pass through tenga lugar. “No hay déficit ni emisión monetaria, es decir, no hay convalidación monetaria”, dijo Luis Caputo, al hacer referencia a las expectativas post inicio de la flotación cambiaria, un momento en que se proyectó una aceleración inflacionaria inmediata. “El consumidor va al supermercado y hay más competencia, ya no tiene ese temor de que si va al día siguiente todo esté más caro”, dijo.

Según los relevamientos de Equilibra, basados en más de 130.000 precios de 85% de los rubros que conforman el IPC Nacional, esta aceleración en los precios refleja un comportamiento heterogéneo. Si bien la inflación núcleo, que excluye alimentos y bebidas, se incrementó en un 0,9%, se observó un mayor repunte en los rubros no alimenticios, especialmente aquellos con un alto componente importado. Entre los productos más afectados figuran los autos, productos de limpieza, cuidado personal, libros y medicamentos.
Por su parte, LCG destacó que los precios de alimentos y bebidas, que habían mostrado una desaceleración en las últimas semanas, aumentaron un 2% en la primera semana de agosto, lo que contrasta con las cuatro semanas consecutivas de desaceleración previas. A nivel mensual, la inflación promedio en las últimas cuatro semanas fue de 0,8%, con un incremento de 1,5% en la medición entre puntas. Esto refuerza la idea de que, a pesar de algunos frenos temporales, la dinámica inflacionaria sigue siendo elevada en ciertos sectores, particularmente aquellos vinculados al tipo de cambio y la importación de bienes.
Desde esa consultora destacaron que el traslado a precios de los movimientos del tipo de cambio oficial se presenta, por ahora, más acotado que en episodios anteriores. “Una demanda poco pujante, en paralelo con la apertura de importaciones, ayuda a que los márgenes no se recompongan a la misma velocidad que lo hacían antes”, señalaron en su último informe.

Sin embargo, advirtieron que la reciente suba del dólar podría frenar la trayectoria descendente de la inflación. “Aunque estos movimientos del dólar no impliquen a priori un salto discreto en los niveles de inflación, sí creemos que podrían significar un freno a la dinámica de desaceleración que venía dándose”, analizaron.
LCG también destacó que, en un contexto más volátil, la respuesta de ajuste de precios no resulta tan directa como en el pasado. “Con la actividad que no despega con fuerza y con la mayor apertura de importaciones que disciplina precios, el segmento minorista sigue apostando a una baja de márgenes, lo que actúa como contrapeso achicando o demorando el usual pass-through a precios”.
EcoGo proyectó una suba mensual del 1,9% para el nivel general, impulsada por aumentos en alimentos, servicios regulados y algunos rubros específicos. En la primera semana del mes, los alimentos consumidos dentro del hogar subieron 0,6%, lo que llevaría la variación mensual a 2,2 por ciento. Al incorporar los alimentos consumidos fuera del hogar (3,2%), el indicador de alimentos total alcanzaría el 2,3 por ciento.