El último campeón de la Fórmula 1 no pudo conducir el Mercedes AMG GT, que alcanza los 310 km/h, y en su lugar adquirió uno de menor potencia
El reconocido piloto de Fórmula 1 y triple campeón mundial, Max Verstappen, enfrentó una situación inusual durante unas vacaciones en Portugal. A pesar de su historial de triunfos en las pistas (acumula 54 triunfos y 98 podios en su carrera), al neerlandés de 26 años le negaron el aquiler de un automóvil que alcanza los 310 km/h por políticas de seguro.
El incidente surgió cuando el piloto de Red Bull intentó reservar el lujoso vehículo Mercedes AMG GT, en una sucursal de una reconocida empresa de alquiler de coches. No obstante, cuando preguntó por el modelo en cuestión, fue informado de que no cumplía con el requisito de edad mínima de 30 años para poder conducirlo, una normativa establecida por las condiciones de seguro de la compañía.
“Los empleados de nuestro socio franquiciado en Portugal sólo siguieron las normas establecidas por motivos de seguro”, se defendió la compañía al ser consultada por el diario británico The Sun. La empresa añadió que, a pesar de reconocer las capacidades de Verstappen al volante, ceder ante su solicitud hubiera significado una infracción a sus políticas de seguro.
Frameado por sus logros en la Fórmula 1, y tras defender el título con éxito en este 2023, MadMax no tuvo más remedio que optar por un modelo alternativo y menos potente, un BMW Serie 5. Mientras tanto, su manager, Raymond Vermeulen, fue quien condujo el Mercedes inicialmente deseado por Verstappen.
La negativa de la empresa no fue un cuestionamiento al habilidoso piloto, quien a lo largo de la temporada ha obtenido 19 victorias en la Máxima. “Por supuesto, no hay duda sobre sus habilidades de conducción y su experiencia con coches potentes. Puede alquilarnos el coche que quiera en cualquier momento”, incaron flexibilizando sus políticas tras el incidente.
Según reportó The Sun, Verstappen viajó a Algarve acompañado de familiares y amigos en tres aviones privados y, una vez en Portugal, alquilaron 20 coches para moverse por la región. Además, tenían reservado el Autodromo Internacional do Algarve para un día de carreras privadas.
Una fuente cercana a la situación comentó al periódico: “Max y el grupo fueron a Portugal para un divertido viaje de carreras y reservaron los autos que querían. Cuando llegaron al aeropuerto, Max se sorprendió cuando le dijeron que no podía conducir el Mercedes que quería. Es un piloto experimentado de F1 que está acostumbrado a manejar autos potentes, por lo que es bastante sorprendente pensar que no se le permitió ponerse al volante de este, pero esas son las reglas, así que las cumplió”.
Tras su paso por Portugal, el campeón viajó a Brasil para estar presente en la boda de su cuñado, Nelson Piquet Jr, también ex piloto de Fórmula 1.