Los empresarios advirtieron que ya hay aumentos en el interior y que no pueden sostener los valores sin reposición. También surgieron tensiones por la falta de homologación de las paritarias
Representantes de mayoristas, almaceneros y supermercados mantuvieron este martes una reunión con el Secretario de Coordinación de Producción, Pablo Lavigne y el Subsecretario de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, Fernando Blanco Muiño. En ese marco, los funcionarios prometieron estabilidad en el tipo de cambio e insistieron en su pedido a los empresarios de “no aceptar aumentos de precios”.
Durante el encuentro, la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) presentaron un escrito al Gobierno en el que detallaron los aumentos informados por los proveedores. “Las cámaras explicaron que no pueden estar en línea con lo que pide el Gobierno”, señalaron fuentes del sector.
No es el primer acercamiento entre el Gobierno y el sector de consumo masivo. A principios de mes, el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, se reunión con referentes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y empresarios de algunas de las grandes cadenas.

En el encuentro no hubo grandes definiciones, pero fuentes que participaron remarcaron que el principal mensaje de Caputo fue agradecerles no haber aceptado las listas con subas de precios. “Fue una reunión muy cordial y el objetivo fue contarle al sector cuál es el plan económico, cómo observan el mercado cambiario y los movimientos de precios”, dijo una fuente que asistió a la cita.
Si bien en Buenos Aires se ha visto cierta estabilidad de precios en las últimas semanas, los representantes del interior que asistieron a la reunión aseguraron que en sus zonas sí se han producido aumentos.
Ricardo Zorzon, presidente de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), explicó que se están “resistiendo a los aumentos que no son razonables” y buscan alternativas como las marcas propias, pero advirtió que hay subas de precios que no se pueden evitar. Desde su mirada, la situación es similar a la de gobiernos anteriores, donde las multinacionales no reciben los aumentos y los supermercados terminan siendo la “variable de ajuste”. La reposición es un problema central para el sector, ya que “si vendes a $10 y tenés que reponer a $14 el negocio no sirve”. Además, mencionó que tras la devaluación, algunas empresas aplicaron aumentos del 10% o 12%.
Se mostró de acuerdo Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de PBA (FABA), aunque aclaró que “varias empresas empezaron a enviar bonificaciones en los últimos días, que es casi como bajar el precio”. No obstante, advirtió sobre la “trampa” de estos descuentos, ya que pueden ser retirados y los precios podrían volver a subir. “Muchas empresas grandes anticiparon las subas con listas de precios en marzo y abril, pero la situación cambió con un dólar más bajo del esperado. Además, los clientes dejaron de consumir los productos que subieron”, explicó.

Ambos referentes mencionaron las bonificaciones como una herramienta para mitigar los aumentos. Zorzon las describió como “acciones” aceptables que acompañan una “reacción razonable” del mercado. Savore, por su parte, destacó que estas bonificaciones son una forma de reducir precios, aunque con la salvedad de que podrían ser temporales.
El representante de FABA también resaltó un cambio en el comportamiento del consumidor. Aseguró que “mucha gente hace tiempo que se va inclinando a las marcas pymes”. El sector de los almacenes busca acompañar al cliente con descuentos y bonificaciones por unidad, a diferencia de las promociones como el “3×2” de los supermercados. “El comercio de proximidad está creciendo más que los supermercados y mayoristas. La gente ya no realiza compras mensuales, y si es más prudente consigue mejores precios, porque algunos productos están bajando. La adaptación en las formas de pago también es clave, ya que los almacenes ahora ofrecen descuentos bancarios similares a los hipermercados”, apuntó.
El dilema de las paritarias
Un punto de fricción para los supermercados es la falta de homologación de las paritarias. Zorzon afirmó que esto los coloca en una situación delicada, ya que el sindicato exige el pago de aumentos mientras que el Gobierno se resiste a homologar cifras elevadas para evitar una escalada inflacionaria.
Savore expresó una postura diferente en relación con los salarios. “Sabemos que hoy el trabajador necesita una recuperación salarial. Estamos a favor de que los sueldos mejoren”, dijo. Argumentó que “un peso más en el bolsillo del laburante hace que la economía empiece a funcionar”.
Por su parte, los representantes de la Cámara de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) reiteraron su rechazo a los aumentos salariales propuestos en las actuales negociaciones paritarias. Los empresarios aseguraron que dichos aumentos resultan inviables en el contexto actual de baja inflación y futura deflación y remarcaron la necesidad de revisar conceptos no remunerativos incluidos en las paritarias, como el aporte por capacitación al Inacap que, a partir de Junio será voluntario, el aporte solidario a la obra social por Covid-19 y el seguro de retiro “La Estrella”.
“Queremos que los eliminen porque son autobeneficios encubiertos en las paritarias”, enfatizaron los mayoristas.