Por la devaluación, el Gobierno redujo el nivel de envíos medido en dólares en comparación al kirchnerismo.
Si bien se hay menos beneficiarios que antes, ya se giró más de $ 1 billón en solo cuatro meses.
Pese a haber desarticulado buena parte de la estructura de planes sociales que funcionaba durante el gobierno de Alberto Fernández, el gasto en el área sigue siendo alto para la administración de Javier Milei. Si se contabilizan las transferencias enviadas a la Tarjeta Alimentar y al ex Potenciar Trabajo, solo en el transcurso del primer cuatrimestre se gastaron más de $ 1,02 billones.
Medidos a un dólar oficial promedio de $ 845, la cifra equivale a US$ 1.208 millones destinados a pagar planes sociales en el primer tercio de 2024, lejos de los números del kirchnerismo, pero una cifra representativa considerando que hubo una fuerte devaluación de peso apenas asumió Milei la Presidencia y que, incluso en cuentagotas, se redujeron la cantidad de beneficiarios que cobran esos planes.
Exactamente $ 1.020.820.000.000 se transfirieron hasta el 30 de abril de acuerdo a los datos consignados por el sitio oficial Presupuesto Abierto, dependiente del Ministerio de Economía. Es decir que entre los dos programas centrales del Ministerio de Capital Humano, uno dependiente de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, y el otro de la Secretaría de Trabajo, ya se está superando el billón de pesos gastados en apenas 120 dias.
La devaluación de diciembre le resultó favorable en ese sentido a la Rosada, que como anticipó en marzo, gasta claramente menos recursos medidos en dólars que el gobierno que lo antecedió. Los US$ 1.208 millones actuales que se destinan tienen repercusión directa en esa decisión de sincerar el tipo de cambio, con el agregado de que el Gobierno viene administrando un presupuesto de prórroga durante 2024, de iguales características al de 2023 pero con un aumento significativo de la inflación de por medio.
Más fondos para la Tarjeta Alimentar y un programa dividido en dos
Desde lo estrictamente metodológico, hay un cambio que es notorio en el rumbo de la gestión. La decisión del ministerio que conduce Sandra Pettovello de darle mayor peso en la torta a Políticas Alimentarias, el programa mediante el cual se paga la Tarjeta Alimentar, en relación al ahora ex Potenciar Trabajo, que se dividió en dos nuevos programas: Volver al Trabajo, dependiente de esa secretaría, y Acompañamiento Social, que reporta a Niñez, Adolescencia y Familia.
Con el piquetero Emilio Pérsico como principal responsable del Potenciar Trabajo durante el gobierno anterior, a ese programa se le dio mucho mayor peso desde lo económico que a la Tarjeta Alimentar, que en ese entonces administraba La Cámpora. Pero ahora, a raíz de una decisión de Pettovello, esa relación cambió drásticamente y se advierte en el ritmo de las transferencias.
En los primeros cuatro meses del año, Políticas Alimentarias recibió $ 573.938 millones, el 65,5% del presupuesto original para todo 2024, que estaba proyectado en $ 875.640 millones. Sin embargo, el cambio de programas motivó que se le inyectaran más fondos a la tarjeta Alimentar, que impacta directamente en cuatro millones de personas y ahora cuenta con fondos por $ 927.018 millones.
A Niñez y Adolescencia, por Acompañamiento Social, le quedaron $ 572.545 millones para todo el año, de los cuales ya se gastaron $ 361.360 millones, o sea, el 63,11%. A Trabajo, con el plan Volver al Trabajo, le corresponden $ 521.942 millones, un poco más de la otra mitad del presupuesto original, que aparecen enmarcados dentro de la categoría Acciones de Empleo, que lleva devengados en cuatro meses $ 85.522 millones.
Es decir, el presupuesto total en planes sociales ahora se reparte en tres partes: Políticas Alimentarias, Acompañamiento Social y Volver al Trabajo. Los tres programas, a la fecha, son los que suman la friolera global de $ 1.020.820.000.000. Si se divide por día, son $ 8.506 millones cada 24 horas que el Estado gasta en planes.