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El Directorio tuvo un encuentro informal el 30 de octubre. Hablaron de “mala gestión”.
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional mantuvo una reunión informal donde se discutió el programa de US$ 44 mil millones con Argentina y los directores se endurecieron con el país, que mantiene a los tumbos un acuerdo que se ha descarrilado en la campaña presidencial que se define el domingo 19.
La reunión, que no fue difundida, sucedió a fines del mes pasado, luego de que se conocieran los resultados de la primera vuelta de los comicios generales, donde ganó el ministro y candidato oficialista Sergio Massa y lo siguió el líder libertario Javier Milei, pasando ambos a un balotaje que se definirá en 10 días.
Un portavoz del Fondo dijo a Clarín que “de acuerdo con la práctica establecida, el Directorio Ejecutivo del FMI se reunió el 30 de octubre para una sesión informativa informal del personal técnico sobre los últimos acontecimientos en Argentina”, pero declinó comentar sobre el contenido del encuentro.
La reunión giró en torno de la dramática escasez de reservas de la Argentina, que se fueron consumiendo aún más con las medidas, conocidas como “Plan Platita”, adoptadas por el ministro-candidato, que excedieron los límites de gasto que se había pautado en la última revisión del Fondo y que disparan la inflación.
Según consignaron fuentes a la agencia Reuters, en el encuentro los directores manifestaron preocupación por la rapidez con la que el país viene quemando las reservas internacionales desde la última revisión del programa en agosto.
Las palabras que se utilizaron fueron más duras de lo habitual, agregaron las fuentes, ya que los miembros del directorio hablaron de una “mala gestión” del programa por parte del gobierno argentino, en lugar de términos como “desviaciones de políticas” o “bajo rendimiento” utilizados anteriormente.
Con “reservas agotadas y una moneda sobrevaluada, las medidas económicas recientes no están alineadas con el programa“, se dijo en la reunión.
El directorio aprobó en agosto la última revisión del programa, que estuvo siendo negociada por tres meses porque las metas no se habían cumplido, en gran parte por la sequía histórica, pero también porque hubo “descarrilamiento” de políticas, según consignó el reporte del staff.
En ese momento hubo flexibilización en la meta de reservas para volver a poner el plan en camino, pero se mantuvo el objetivo fiscal de 1,9% de déficit a fin de año. Con esa luz verde, llegó un desembolso de US$ 7.500 millones que dio un gran alivio a las arcas del Central.
Cuándo será la próxima revisión del FMI
Pero las medidas que adoptó luego Massa –devolución del IVA, baja del impuesto a las Ganancias, bonos para trabajadores informales y aumentos para jubilados, entre otras— dispararon el déficit y la inflación y ponen en duda la próxima revisión pautada en principio para noviembre, pero que aún permanece sin fecha.
La postura más dura de los directores en la reunión informal anticipa que la revisión que viene puede llegar a ser muy complicada, e incluso pueden peligrar los próximos desembolsos.
Hasta ahora, los directores han aprobado las revisiones a regañadientes. Algunos países, como Japón y Alemania, suelen mostrar su desconfianza con el país y remarcan la historia de incumplimientos.
Pero, al final, siempre es mejor tener a la Argentina, a la que se otorgó el mayor préstamo de la historia del Fondo, dentro de un acuerdo, aunque sea a los tumbos. Además, el país cuenta con el apoyo político crucial del gobierno de Joe Biden, que no quiere que la economía argentina explote y que desestabilice la región.
El peor escenario para el Fondo fue la postulación de Massa a la presidencia. Al principio de su gestión como ministro concretó algunos ajustes en tarifas y el gasto, pero luego como candidato, y con todo el aparato a su favor, no dudó en abrir la canilla del gasto e ignorar lo pactado para apuntalar su campaña.
En el board se plantean un futuro incierto: si Massa se convierte en Presidente, el FMI tendrá que seguir negociando con alguien en el que ya no confía. Si ganara Javier Milei, las posibilidades de implementar el programa con los ajustes correspondientes crecen. Pero no ven con buenos ojos su plan de dolarización.