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Hubo chicanas y polémicas entre Milei, Bullrich, Massa, Bregman y Schiaretti.
En un clima de tensión, con chicanas, cruces y el telón de fondo del caso que involucró a Martín Insaurralde -que apenas se mencionó-, los cinco candidatos presidenciales se enfrentaron en el primer debate antes de las elecciones en el Forum de Santiago del Estero. Hubo momentos de máxima tensión y acusaciones entre Javier Milei, Patricia Bullrich, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Myriam Bregman con el foco puesto, sobre todo, en la economía.
La candidata de Juntos arrancó dispuesta a polarizar con Massa y Milei.
Al ministro lo culpó por el “desastre económico” y le pidió que explique “cómo siendo el peor ministro de Economía” podía llegar a ser “el mejor presidente”. Y mencionó el episodio de Insaurralde con un yate en Marbella: “Ahí lo tenés, llevatelo, metelo preso”, le dijo a Massa. Minutos antes el ministro y candidato había anunciado que en caso de llegar al Gobierno impulsaría una ley penal para encarcelar evasores.
Bregman también hizo una mención a Insaurralde en el arranque. “Se van a pasear en barcos de lujo”, dijo en referencia al ex jefe de Gabinete de Axel Kicillof. No hubo muchas más menciones sobre el episodio. Al final del debate, el equipo de Massa festejó que casi no le preguntaran sobre el caso y que tampoco hubo menciones claras a la corrupción kirchnerista.
Los candidatos, por momentos medidos, buscaron no arriesgar demasiado y cuidar los votos que ya tienen.
Las caras de los candidatos tuvieron su protagonismo. Cuando Bullrich lo criticaba, Massa sonreía. Lo mismo hizo Milei cuando la candidata de Juntos lo acusó de no conocer el país por sus propuestas educativas. “Andá a la Puna que hay una sola escuela, planteás un modelo que solo puede ser válido en la Ciudad de Buenos Aires”, lo cruzó Bullrich a Milei.
Bullrich tuvo un paso en falso, sobre el final, cuando le tuvo que preguntar de manera directa a Massa y la desperdició. “¿Mejor que decir es hacer?”, lo consultó. Massa fue rápido y aplicó una batería de propuestas para responderle.
El libertario buscó polarizar con Massa y cuidar las formas, algo que preocupaba a su equipo por su arranques a veces subidos de tono. Lo logró durante el comienzo pero sobre el final se fue agitando. Tuvo varios momentos de ataques directos. Cuando hablaron de derechos humanos y convivencia cívica sostuvo que los desaparecidos “no son 30 mil” y planteó, en paralelo, que en los años ‘70 hubo “una guerra donde las dos fuerzas cometieron excesos”.
También cuando acusó a Massa de hacer “desastres con el plan platita”
Massa buscó mostrarse sereno y propositivo como había adelantado en la previa. El candidato también apuntó contra Milei y Bullrich. Al libertario lo acusó de llevar adelante un plan “privatizador” y de usar el modelo de dolarización que solo está activo en tres países del mundo: “Zimbawe, Ecuador y el Salvador, eso es lo que te propone Milei”, dijo Massa sobre el plan de Milei.
En las gradas los seguidores e invitados de los candidatos cumplieron con el reglamento que les impedía intervenir en el debate. Pero igual hubo charlas por lo bajo y algunas tensiones. El radical Mario Negri y los diputados de Juntos Cristian Ritondo y Diego Santilli hablaron durante un largo rato sobre los derechos a réplica que usaron los candidatos. Fueron un problema que los presidenciables no terminaron de entender del todo. Los espectadores en el recinto mucho menos.
En las gradas también estaban los gobernadores de Juntos como Gerardo Morales, Leandro Zdero, Rodolfo Suarez, y los electos Alfredo Conrejo y Nacho Torres, entre otros. Del oficialismo se destacaron Agustín Rossi, Victoria Tolosa Paz, Eduardo “Wado” De Pedro y Hector Daer. Los libertarios estaban representados por Victoria Villarruel y Ramiro Marra. Sorprendió la presencia de Francisco de Narváez en el equipo de Massa. Llegó con Sebastián Galmarini -hermano de Malena- y se sentaron juntos. De Narváez estuvo inquieto y hablando con varios dirigentes.
Sobre el final en el tramo de las preguntas cruzadas la economía volvió a tener protagonismo. Massa y Milei fueron directo contra Bullrich que es en el área donde más floja se la vio. La candidata no logró responder con claridad cómo piensa bajar la inflación. Milei se reía cada vez que la candidata intentaba dar una explicación. Bullrich contraatacó y le dijo que el no le iba a decir qué es lo que tenía que contestar.
Hubo algunos datos llamativos. Massa nunca mencionó a Cristina Kirchner. Tampoco al presidente Alberto Fernández.
“No es casta pero hace alianzas con Barrionuevo, no es casta pero le arma las listas Massa, no es casta pero ya se mudó a un barrio privado”, planteó la candidata de izquierda.
Schiaretti fue el más flojo y casi pareció más interesado en una agenda provincial que en una nacional.
Al final, tras el minuto de cierre de cada candidato hubo saludos fríos. El más llamativo fue el de Massa y Milei. El libertario le extendió la mano sin mirarlo, casi sin desprecio. Abajo los murmullos de los seguidores del ministro de Economía se hacían sentir.