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El presidente echó a cuatro altos funcionarios y dio por zanjada la crisis.
El opositor Frente Amplio (FA) uruguayo dijo que esperaba una “mayor contundencia” de parte del presidente Luis Lacalle Pou frente al escándalo originado por ocultamiento de información a la Justicia en el caso del pasaporte entregado al narcotraficante Sebastián Marset, que el mandatario dio por zanjado con el relevo de cuatro altos funcionarios.
Tras una sesión del secretariado ejecutivo ampliado de la coalición de izquierda -que incluye a representantes de las dos bancadas parlamentarias-, el presidente del FA, Fernando Pereira, advirtió el domingo a la noche que no puede permitirse que “el narcotráfico se meta en la política” y agregó que Lacalle Pou “está convencido de que con esto dio vuelta la página, y la página recién empieza”.
Según explica el diario El País, de Montevideo, este lunes, los líderes de la coalición de gobierno se reunieron el fin de semana con el presidente quien les detalló las medidas tomadas para zanjar “la principal crisis política de la administración”: la destitución de cuatro funcionarios. Son el ahora excanciller Francisco Bustillo; del ministro del Interior, Luis Alberto Heber; del subsecretario Guillermo Maciel; y también del asesor de comunicación presidencial Roberto Lafluf.
Los líderes de la coalición gobernante tenían planeado este lunes reunirse y analizar los dichos del presidente, que -en principio- consideraron acertados. La oposición, por el contrario, no.
En sus declaraciones de la noche del domingo, Fernando Pereira, afirmó que el mandatario no puede “darle la orden a un asesor de intervenir en dos ministerios“.
Esto último lo dijo en referencia a lo que se desprende de la declaración que hizo el miércoles pasado la exvicecanciller Carolina Ache en Fiscalía, en la cual dijo que el asesor Roberto Lafluf había pedido eliminar un chat clave del caso Marset, y que incluso había adulterado un expediente en Cancillería que contenía ese chat, aseveración que Lacalle Pou desmintió el sábado al dar a conocer las dimisiones.
¿Qué es el caso Marset?
En 2021, Marset de 32 años, fue capturado en Dubái después de ingresar a Emiratos Árabes Unidos con un pasaporte paraguayo falso. Presuntamente contactó a funcionarios del gobierno Uruguayo en Montevideo y recibió un nuevo pasaporte de su país, por lo que fue liberado de inmediato.
Marset nació en Uruguay y es líder de la organización Primer Cartel Uruguayo (PCU), una organización narco con ramificaciones en la región.
Este narco carga con diez años de antecedentes vinculados al tráfico de drogas y está prófugo desde fines de 2021.
La entrega del pasaporte al narco terminó en una investigación en los tribunales uruguayos a cargo del fiscal Alejandro Machado. En el marco de esa investigación, renunció la semana pasada el canciller Bustillo.
Renunció al cargo luego de que se dieron a conocer audios en los que parece pedirle a la viceministra de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, que no entregara su teléfono a los investigadores.
La reacción de la oposición
“Los uruguayos esperaban una explicación de por qué se le entregó un pasaporte a un narcotraficante. Siguen sin saber qué pasó“, sentenció Pereira, quien no dudó en definir que “hay crisis democrática, hay crisis política y hay crisis de Gobierno” tras las cuatro dimisiones que tuvo la administración de Lacalle Pou, reportó El País.
El golpe que significó para el Gobierno de Uruguay el ocultamiento de información a la Justicia en el caso del pasaporte entregado al narcotraficante Marset puso a la alianza oficialista en una inédita crisis interna.
El viernes último, los senadores del Frente Amplio reiteraron un pedido de destitución de los funcionarios involucrados ya presentado anteriormente y advirtieron que, de no concretarse, presentarían una moción de censura contra el ahora exministro del Interior, Luis Alberto Heber.
El sábado, cuando volvió al país procedente de EE.UU., donde realizó una visita de Estado, Lacalle se anticipó a las pretensiones de la oposición y anunció que había aceptado la renuncia tanto de Heber como de Guillermo Maciel y Lafluf.
Pereira dijo en conferencia de prensa que si bien las renuncias no era lo que ellos habían pedido sino “la destitución”, valoraban esos pasos al costado como “positivos, porque quitan del Gobierno a gente que claramente actuó al margen de una actuación pública adecuada”, recogió por su parte el medio La Diaria.
“Es tan grande la crisis política y de Gobierno que hay actualmente” en Uruguay que “el 60% de los cargos de ministros y subsecretarios ha cesado por distintos escándalos”, señaló el presidente del FA.
Aunque “los ministros son los fusibles de un Gobierno”, cuando “son tantos hay un cortocircuito que hay que poder parar”, alertó el líder frenteamplista.
Para Pereira, “está claro que ni la sociedad uruguaya ni el FA quedaron conformes con las respuestas que dio el presidente”, porque se esperaba “una mayor contundencia en términos de responsabilidades políticas, en materia de destituciones” y de “asumir con modestia errores que la propia Presidencia cometió”.
“El presidente no le puede dar la orden de intervenir en dos ministerios a un asesor, y si interviene, la sociedad uruguaya no lo puede ver con naturalidad”, sentenció. Así, Pereira se manifestó “preocupado”, porque “se afirma con contundencia que el pasaporte, aunque fuera a un narco, había que dárselo”, un punto respecto del cual incluso Cabildo Abierto -integrante de la coalición de Gobierno- guarda diferencias.
Los gobiernos, señaló Pereira, “tienen discrecionalidad de dar o no dar un pasaporte; la legislación actual permite dar un pasaporte para un solo viaje que tiene que ser con destino al Uruguay”.
El ahora exsubsecretario Maciel “tenía información tan clara de que estábamos ante un narcotraficante peligroso y pesado” y esto lleva a preguntarse, según el dirigente, “¿por qué no llamó a Interpol)” y ¿por qué le dio la información a Carolina Ache?”.
Con información de Télam y El País, de Montevideo