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Ocurrió en las afueras de La Granja, a 50 kilómetros de la ciudad de Córdoba.
Desesperada, la mujer envió un mensaje a un grupo de WhatsApp vecinal en el que el tema central es la seguridad. Minutos antes había empuñado una pistola 9 milímetros para matar a uno de los dos encapuchados que la sorprendieron en su casa de La Granja, una pequeña localidad ubicada a 50 kilómetros de Córdoba.
“Por favor, ¿viene el móvil? (…) Quisieron robarme, les disparé y creo que maté a uno, que le di en la cabeza. Eran dos tipos, por favor vengan”, dice, con voz entrecortada, después de balear a uno de los ladrones.
El sábado, pasadas las 21.30, la mujer de 58 años trabajaba en un “taller de arte” de su casa, en el paraje Los Molles, cuando escuchó el grito del delincuente que la apuntó con un arma.
Mientras la obligaba a trasladarse hasta otra parte de la propiedad, la víctima observó que tenían amenazada a su madre, de 86 años. A los gritos, le insistían que les dieran plata.
La dueña de casa les entregó unos 100 mil pesos y 300 dólares que tenía guardados.
Según algunos testimonios, hubo una resistencia por parte de la dueña de la propiedad y los delincuentes la golpearon.
Cuando consiguieron lo que querían, los dos ladrones salieron por la puerta delantera de la casa y la mujer buscó una pistola Taurus 9 milímetros que estaba debajo de la mesa del comedor, para disparar un par de veces. Una de las balas impactó en la cabeza de uno de los asaltantes.
En la escena se encontraron dos vainas servidas calibre 9 milímetros y un revólver calibre 22, que habría sido empuñado por el ladrón que murió.
Con las horas se supo que se trataba de Carlos Saúl Campos (29), un hombre con un frondoso prontuario que vivía en el barrio Sierras y Parque, de Jesús María. Estuvo preso en varias oportunidades y la Justicia no explicó hasta hoy si estaba gozando del beneficio de la libertad condicional. Todo parece indicar que es así.
En 2014 lo condenaron a cinco años de prisión por “robo calificado“. Y en 2020 le dieron 3 años y 4 meses más por “amenazas” y “robo calificado“.
El fiscal del caso, Guillermo Monti, no hizo ninguna declaración sobre el hecho que rompió la tranquilidad de la apacible localidad de las Sierras Chicas.
Fuentes judiciales señalaron que la mujer actuó en legítima defensa y que fue imputada hasta que la investigación culmine, casi como una formalidad.
A su vez, continúa la búsqueda del delincuente prófugo, que logró escapar con el botín del robo.
Otro antecedente en las sierras
El 17 de agosto de 2022, en una casa ubicada en Bialet Massé, a metros de la transitada ruta 38 en el Valle de Punilla, una mujer de 74 años desenfundó su arma y mató de un balazo a uno de los delincuentes que había violentado una puerta para entrar a robarle.
Los dos ladrones golpearon con fiereza al marido de la mujer, que atinó a defenderse a los tiros.
María Eva Gastiarena, abogada jubilada, solía practicar tiro. Meses después del hecho, fue sobreseída del delito de “homicidio” simple que le habían imputado: un juez determinó que había actuado en legítima defensa.
El delincuente muerto, Marcos Farías (30), como en el caso de La Granja, también era reincidente.