Edenor estimó que 44% de los usuarios aún no recuperó el servicio, que se normalizaría “en los próximos días”. La tormenta del 17 de diciembre derribó 300 postes de luz y 500 árboles y afectó 60 kms de líneas de media tensión. La crecida posterior complicó las reparaciones. Videos sobre las tareas de reparación
A dos semanas del temporal que provocó daños en distintas zonas del AMBA y la Provincia de Buenos Aires, quedan aún 4.078 usuarios sin servicio eléctrico en las islas del Delta, poco menos de la mitad del total. La empresa Edenor estimó que en los próximos días esos hogares recuperarán el acceso a la luz y que los arreglos estructurales por la tormenta costarán unos $12.000 millones.
La distribuidora de luz de la zona, Edenor, publicó un comunicado en el que estimó que de todos los usuarios afectados en su zona de servicio, el 94% recuperó el suministro dentro de los primeros cuatro días desde el temporal, pero en el Delta la situación es más crítica: el 44% de los usuarios todavía no cuenta con energía eléctrica.
“Se estima que, si las condiciones climáticas lo permiten y no surgen inconvenientes adicionales, en los próximos días la totalidad de los habitantes del Delta contarán con suministro nuevamente”, mencionó un comunicado de la empresa este domingo. “Las primeras estimaciones señalan que la emergencia demandará una inversión de alrededor de 12.000 millones de pesos para devolver las instalaciones a su estado normal”, continuaron desde Edenor.
La empresa Edenor estimó que en los próximos días esos hogares recuperarán el acceso a la luz y que los arreglos estructurales por la tormenta costarán unos $12.000 millones
En ese sentido, plantearon que “para dimensionar el alcance que ha tenido este evento, cuya característica sobresaliente fueron las ráfagas de viento, que en algunos casos superaron los 120 km/h, resulta necesario puntualizar que han sido registrados en todo el área del Delta: 299 postes de luz caídos; 501 árboles derribados sobre la red de Media Tensión; 90 líneas áreas de Media Tensión cortadas (dispersas en una extensión aproximada de 60 kilómetros)”.
En el Delta la situación con el suministro de energía eléctrica es más crítica que en el resto del AMBA: el 44% de los usuarios todavía no cuenta con energía eléctrica
“Habitualmente, luego de la bajada del río, se debe esperar entre 2 y 3 días a que la zona se vuelva operable para retomas las tareas. Las particulares características topográficas del Delta agravaron la situación, en donde el nivel de daños fue enorme y las dificultades para las reparaciones son extremas, demoradas notablemente por los eventos de sudestadas suscitados luego de la tormenta que dejaron vastas zonas inaccesibles por terrenos anegados”, asegura el comunicado.
Reparaciones manuales
“La imposibilidad de acceder con vehículos para el traslado de maquinaria pesada y equipos, obliga a realizar las reparaciones de forma manual, trasladando e izando postes, transformadores, y demás equipamiento. Este es el contexto en el cual se deben llevar a cabo las tareas de remoción de árboles e infraestructura caídos, para de ese modo proceder a la reparación de las líneas que llevan la energía a los habitantes de las Islas”, apuntaron desde la distribuidora de energía eléctrica.
“Para acelerar el proceso y, ante la imposibilidad inicial de recorrer la zona a pie, se llevó a cabo el sobrevuelo de las Islas, para así contar con un relevamiento exhaustivo de los daños producidos por el temporal. Para el desarrollo de los trabajos que permitirán devolver el suministro a la totalidad de los habitantes de las Islas, Edenor dispone actualmente de los siguientes recursos: 2 helicópteros para recorrer las Islas para la identificación de daños; 4 barcos para transporte de materiales y equipos; 21 lanchas de transporte de equipos móviles; Disposición de grupos electrógenos”, concluyeron.
Durante la protesta de este sábado, los manifestantes marcharon con botellones vacíos a los que golpeaban cual cacerolas y cornetas para hacer ruido, así como carteles pintados a mano con consignas alusivas, como “esto sí es necesidad y urgencia” o “sin luz no hay trabajo”. Mientras tanto, otros aplaudían y cantaban “que vuelva la luz, que vuelva la luz”, todo bajo la atenta mirada de los turistas que viajaban en la lancha colectivo interisleña.