El análisis los inversores pasa por dos ejes: la fortaleza política del Gobierno de Javier Milei y la capacidad real del BCRA para sostener el tipo de cambio
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) vendió este miércoles en el mercado de cambios USD 53 millones. Esta acción marcó la primera intervención directa de la autoridad monetaria para impedir que el dólar mayorista supere el límite superior de la banda establecida en abril, tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Tesoro Nacional, que hasta hace algunas semanas vendía divisas en el mercado, enfrenta importantes vencimientos de deuda en 2026. A esto se suma un riesgo país superior a 1.200 puntos básicos, lo que dificulta cualquier acceso a refinanciamiento externo.

En los meses recientes, el Banco Central recurrió a medidas indirectas para moderar la presión cambiaria, como la restricción monetaria y la intervención en el mercado de futuros. El actual esquema prevé la venta de divisas en el techo de la banda cambiaria. Desde la entidad señalaron: “El techo ayer era $1.474,50 y es donde el BCRA estuvo parado en el mercado”. Esa fue también la cotización de cierre del dólar mayorista.
Al 17 de septiembre de 2025, el stock disponible del Banco Central para intervenir en el mercado se ubicó en USD 17.978 millones, de acuerdo con cálculos de la consultora EcoGo. Esta cifra surge de restar a las reservas brutas los DEG, el oro y el swap con China. Si bien representa una mejora respecto a meses anteriores, aún está lejos del objetivo pactado con el FMI para fin de año: el organismo exige reservas netas negativas de USD 2.097 millones, mientras el último registro indica un nivel negativo de USD 7.510 millones, generando un gap de USD 5.413 millones. Cabe destacar que el FMI flexibilizó la meta en USD 5.000 millones en julio.
El ministro de Economía, Luis Caputo, aportó definiciones sobre la política de deuda mediante la red X, en respuesta a consultas de inversores preocupados por los vencimientos de corto plazo, las restricciones en la compra de dólares y el nivel actual de reservas. Caputo manifestó que el equipo económico analiza “diferentes alternativas” y que ninguna situación los toma de sorpresa. “Mantenemos el foco en estos compromisos hace meses y vamos a honrar todas las deudas, como lo hicimos desde que asumimos, incluso con menos recursos que ahora”, afirmó.

Un informe de Empiria, la consultora dirigida por el ex ministro de Economía Hernán Lacunza, detalló las dificultades de acceso al financiamiento externo y las crecientes tensiones en el mercado de divisas local. El análisis advierte que la presentación del proyecto de Presupuesto 2026 no despeja dudas sobre futuras fuentes de crédito y enfatiza que la prioridad oficial actual es modificar la estructura de la deuda.
Solo en 2026, los compromisos en dólares alcanzan USD 18.000 millones, con vencimientos clave en enero, cuando el sector privado debe afrontar USD 4.500 millones. Respecto a deuda en pesos, Empiria contabiliza 128 billones, equivalentes al 11,2% del PBI. Estas cifras muestran la magnitud del desafío, más aún porque el plan financiero oficial prevé como respaldo principal a los organismos internacionales y al financiamiento en moneda local.
El análisis de Empiria destaca el peso de la deuda interna capitalizable. El Gobierno proyecta un financiamiento neto de 0,3% del PBI vía organismos internacionales, mientras calcula que la mayor parte de los fondos necesarios provendrán del crédito interno en pesos capitalizable, estimado en 5,2% del PBI (unos $57 billones). Asimismo, la consultora advierte que los intereses de estos instrumentos de deuda no figuran en el resultado fiscal, lo que permite mostrar superávit financiero sin un mayor esfuerzo primario.